Dos días en Berlín es un tiempo que se nos sigue haciendo corto si queremos conocer la ciudad a fondo, pero suficiente para permitirnos disfrutar de la mayor parte de sus atractivos turísticos -al menos, de los lugares imprescindibles que ver en la ciudad-.
Hacerse una impresión de Berlín en dos días es mucho más realista que la ruta acelerada en un día que os proponíamos en este artículo, pero aun así hay que intentar optimizar el tiempo al máximo, organizando a la vez las visitas de monumentos cercanos -evitando desplazamientos innecesarios en una ciudad tan enorme- y evitando las colas y las esperas prolongadas en la medida de lo posible.
Es cierto que si disfrutamos de nuestros dos días en Berlín en verano o en otros momentos de la temporada alta, nos resultará casi imposible evitar las colas de los grandes museos -sobre todo el de Pergamon-, pero sí que nos ayudará mucho madrugar para poder entrar al principio del día o reservar con antelación la visita a la cúpula del Reichstag. Por el contrario, si lo visitamos en invierno, tendremos menos horas de luz y peor tiempo para recorrer las calles de la ciudad.
La red de transporte público funciona muy bien y nos permitirá movernos entre los diferentes puntos de interés de la ciudad de forma rápida. Otra opción, que puede ser muy interesante para nuestra visita es el autobús turístico, útil si queremos evitar trasbordos y, al mismo tiempo, que nos vayan contando cosas de la ciudad.
Personalmente, si tuviera dos días para ver Berlín, organizaría una ruta parecida a esta:
Berlín en dos días | Día 1: Zona de la Puerta de Brandenburgo y el Reichstag
Dada la proximidad entre sí de varios de los monumentos con mayor interés histórico de Berlín, le dedicaría la primera jornada de nuestros dos días de visita a este área de la ciudad. Podéis organizar las visitas a los siguientes lugares en el orden que queráis, pero os recomiendo que -si habéis reservado una hora para la visita a la cúpula del Reichstag- ajustéis el resto de la visita a ella.
Visita a la cúpula del Reichstag
El Reichstag es el edificio del Parlamento alemán y uno de los lugares más emblemáticos en la lista de cosas que ver en Berlín. Junto a su importancia histórica, destaca el añadido de la cúpula de cristal diseñada por Norman Foster, que se puede visitar de forma gratuita reservando hora con antelación en la web del Bundestag. Las vistas, tanto de la cercana Puerta de Brandenburgo como del resto de Berlín -una ciudad muy plana- son fantásticas.
Si no tienes tiempo de reservar, muchas veces guardando cola directamente en la puerta, te dejan pasar. Pero no es este sistema el que más te sugiero, ya que no nadie te asegura la entrada- tan sólo si hay plazas en el cupo del día- y además perderás unas valiosas horas de tus dos días. Otra opción es hacer una reserva para tomar algo en la cafetería de la terraza, que ofrecen algunos tours.
Puerta de Brandenburgo
Situada a apenas 5 minutos del Parlamento, es uno de los grandes símbolos de la ciudad. En los años del Muro de Berlín, dejaba aislada en una zona muerta este monumento, que hoy puedes atravesar libremente todas las veces que quieras. Punto también de grandes eventos tanto históricos como actuales, es un lugar de encuentro habitual en la ciudad.
Memorial a los judíos asesinados en Europa
También en la zona de la Puerta de Brandenburgo, mientras rodeamos el enorme parque Tiergarten, nos encontramos con una explanada cubierta únicamente por más de 2.700 bloques de hormigón gris. Se trata del Memorial del Holocausto y rinde homenaje a los judíos asesinados en Europa. Además de la obra monumental de la parte exterior, en el subsuelo hay una gran sala de exposiciones que narra la persecución de aquella época y que tiene como fin principal reflexionar sobre el horror del pasado, para evitar que pueda repetirse en el futuro. Muy recomendable no quedarse sólo con la vista de la parte superior y hacer el recorrido completo.
Potsdammer Platz
Aunque cambiemos de estilo arquitectónico y pasemos de la historia a la modernidad, la proximidad de esta zona reconstruida de Berlín hace que sea un buen momento para acercarnos hasta ella. Se reconoce fácilmente por sus «rascacielos», algo poco común en Berlín, ciudad en la que -por su tipo de suelo- no se pueden construir edificios demasiado elevados.
Recomiendo entrar al espacio llamado Sony Center y posar bajo su impresionante cúpula; y sobre todo, pasearte por la parte más moderna de la ciudad, disfrutando de un paseo por algunas de las mejores representaciones de la arquitectura moderna que podrás encontrar en Berlín. De ahí, retomamos el tour histórico y nos acercamos hasta la Topografía del Terror.
Topographie des Terror
Un edificio que tampoco tiene gran interés arquitectónico, pero sí un alto valor simbólico. Allí, en la época nazi estaba situada la comisaría de la Gestapo. Hoy es un museo sobre el terror de aquellos tiempos que es muy recomendable visitar si estamos interesados en ese periodo de la historia. A un lado del recinto podrás ver un muro gris en malas condiciones, pero que es el único tramo del muro original que queda en pie en el centro de Berlín.
Checkpoint Charlie
Más incónico que histórico, fantástico para la foto anecdótica. A muchos visitantes les sorprende encontrarse una caseta blanca con banderas estadounidenses y soviéticas, presididos por las imágenes de dos policías de la guerra fría montando guardia en mitad de la calle, rodeado por el tráfico diario y por decenas de visitantes. El Checkpoint Charlie era el más famoso de los puestos de frontera que dividía Berlín en dos partes, durante la guerra fría: comunista y capitalista, soviética y aliada.
Aparte de la curiosidad y de ser uno de los puntos más populares que ver en Berlín, es un buen lugar para picar algo. Hay una zona habilitada con muchos puestos de Salchichas (Wurst), Curry Wurst -típico de Berlín- ensaladas, cafés, sandwich, etc… Informal, pero interesante.
Dependiendo de nuestras ganas de caminar, todo este recorrido podemos hacerlo a pie o utilizar el transporte público para acercanos al Checkpoint Charlie, que queda un poco más a desmano. Si hemos acabado tarde -o visitamos Berlín en invierno y se nos acaba la luz solar- o estamos cansados, quizá es un buen momento para descansar o volver a casa. Si no, podemos continuar el paseo volviendo hacia la zona de Unter den Linden para acabar el día.
Isla de los Museos
Si hemos optado por continuar el recorrido, la zona de la llamada Isla de los Museos es un buen lugar para seguir nuestra visita. Alberga los cinco museos más clásicos de Berlín, los más conocidos y visitados son: Pergamon con las impresionantes puertas de Babilonia, el altar de Pergamon y la fachada del mercado de Mileto, y el Neues Museum, donde encontramos el busto de Nefertiti. En esta especie de Isla también está la Berliner Domm, la catedral de la ciudad, con sus inconfundibles cúpulas de cobre oxidadas en verde.
A estas alturas, no sé si estaréis con ganas o energía de pasar un par de horas en un museo, si os encontraréis con las colas de la temporada de verano o, incluso, si se os ha hecho tarde y ya estáis fuera de horario. Ya que tenéis dos días en Berlin, yo os recomendaría que esperarais para visitar el interior de alguno de los museos a la mañana siguiente, una vez recuperadas las fuerzas e intentando evitar las aglomeraciones.
Gendarmenmarkt
Una de las plazas más bellas de toda la ciudad, sin desmerecer a la vecina Bebelplatz. Una de sus particularidades es que es de las pocas zonas del Berlín antiguo que pudieron recuperarse con su arquitectura original tras los bombardeos de la II Guerra Mundial. La escena que la caracteriza es la de las dos iglesias protestantes, situadas cada una de ellas a un lado de la plaza. Son tan parecidas, que les llaman gemelas. En el centro de la plaza podrás ver la escultura dedicada a Schiller, figura clave del romanticismo alemán.
Y si llegaste hasta aquí para sentarte a comer en un restaurante típico alemán, te recomiendo sin duda el mítico Augustiner, a un costado de la plaza, reconocible por sus toldos azules.
Bebelplazt
Esta magnífica plaza, aparte de ser una de las más interesantes de la ciudad, es conocida por un suceso histórico mucho más oscuro: lla quema de los libros por los Nazis en el año 1933. En el suelo de la plaza, en un lateral, hay un recuadro de cristal – si visitas la ciudad en invierno es posible que se cubra de nieve-, que sirve como recordatorio de éste hecho histórico. La plaza alberga instituciones y edificios importantes en Berlín: una de sus tres óperas: la Staatsoper, la iglesia católica de St. Hedwig y la Universidad Humbold, de la que han salido varios premios Nobel.
Alexander Platz
Son muchas cosas para una sola jornada de nuestro plan para visitar Berlín en dos días, y quizá no hayas llegado hasta aquí, pero si has llegado hasta aquí al final del día creemos que puede ser el mejor lugar para relajarse y disfrutar de un café o una cerveza en la cafetería de la torre de la televisión, mientras disfrutamos del panorama de la ciudad.
Alexanderplatz era el centro de la vida del Berlín Este y sigue siendo un punto con muchísima vida en la ciudad (hasta el extremo de que muchos berlineses lo siguen considerando el corazón de la misma), pero destaca -sobre todo- por la torre de TV que sobresale siempre en el plano paisaje berlinés. Puedes acceder a un mirador en la Torre, a 365 metros de altura, para tener las mejores vistas sobre la ciudad. Ten cuidado con las colas en temporada alta. Si quieres evitarlas, mejor compra las entradas con antelación por Internet.
Si a estas alturas de la tarde, ya comienza a anochecer y es la hora de acabar relajadamente el primero de nuestros dos días en Berlín, recomiendo por su cercanía acercarse hasta la zona de Hackescher Markt, que pertenece al barrio de Mitte. Un barrio céntrico y lleno de vida.
Concretamente en Hackescher Markt, hay una gran cantidad de terrazas y bares, al otro lado de la estación en una zona ajardinada y frente a un canal, también tienes donde descansar en hamacas estilo de playa. Y si el tiempo no acompaña o tu visita es en meses de frío, igualmente este barrio de Mitte se caracteriza por ser el más céntrico y estar lleno de vida, por sus tiendas de diseño, sus galerías de arte y por su cantidad de locales: restaurantes, bares, cafeterías. Aquí no te faltará de nada
Berlín en dos días | Día 2: Los encantos menos conocidos de Berlín Este
Después de una ajetreada primera jornada de nuestra visita a Berlín en dos días, dejamos para el segundo día algunos lugares algo menos frecuentados, pero no por ello menos interesantes. Por supuesto, es también una buena oportunidad para visitar alguno de los lugares que no nos haya dado tiempo de ver en la larga ruta del primer día.
Museo Pergamon
Comenzamos el segundo de nuestros dos días en Berlín en el Museo Pergamon, que ya vimos por fuera en la Isla de los Museos el día anterior. Lo hacemos así para ir pronto y reducir al máximo el tiempo de cola para la espera, aunque si vas en una época con pocos visitantes o hay previsión de lluvia en algún momento de la jornada, siempre puede ser una buena alternativa para otros momentos del día.
Inaugurado en 1930 es el museo más admirado y visitado de todos los que se encuentran en la llamada Isla de los Museos. El Museo presenta reconstrucciones arquitectónicas como el Altar de Zeus en Pérgamo, la fachada del Mercado de Mileto, las Puertas de Babilonia ó de Ishtar, así como la Fachada de Mschatta. Un recorrido por tres de las grandes civilizaciones de la antigüedad, ya que alberga tres museos en uno: la Colección de antigüedades clásicas, el Museo del Antiguo Oriente Próximo, y el Museo de Arte Islámico.
Este museo al albergar obras monumentales y de gran tamaño, no toma realmente mucho tiempo de visitar, entre hora y hora y media. Por eso pienso que puede encajar muy bien en tus dos días sin robarte una gran parte de las vacaciones, y podrás volver a casa contando que viste en Berlín grandes obras de la antigüedad clásica.
Bernauerstrasse
Esta calle fue la primera que la noche del 12 al 13 de agosto de 1961 amaneció con las primeras alambradas que no permitían pasar al lado Oeste, fue la primera calle donde se levantó el muro de Berlin. Hoy en día, es una calle dedicada a esa parte de la historia, con un trozo de muro original, una recreación de la temida franja de la muerte y una torre de vigilancia.
Con la reunificación de Alemania, se abrió aquí un centro documental de acceso gratuito, en el que desde la planta de arriba tienes una terraza con vistas sobre todo estos restos del muro y sobre parte de la ciudad. Además, de las mejores salchichas de la ciudad (Wurst) puedes comerlas en la parte de atrás, donde hay una cafetería con un puesto de esta especialidad alemana.
Para trasladarte a la parte de la ciudad de la que te hablaré a continuación, e ir acercándote al popular barrio de Kreuzberg, recomiendo tomar el tranvía que pasa justo enfrente (M10) y bajar en la parada de Frankfurter Tor.
Karl Marx Alle
Nada más bajar en Frankfurter Tor, te encontrarás en una imponente avenida de edificios alineados, frente a frente, de igual estilo. Estamos en lo que fue el orgullo arquitectónico de la era comunista, el Bulevar por excelencia. Si la República Democrática Alemana tuvo una calle de la que enorgullecerse, es esta sin duda, junto a la torre de televisión de Alexander Platz.
East Side Gallery
La East Side Gallery es un “must” en Berlin que no puedes dejar de visitar. Esta galería de arte al aire libre es el tramo de muro más largo y seguido que queda en pie en toda la ciudad. Transcurre totalmente paralelo al muro y separa los barrios de Friedrischain y Kreuzberg.
Puedes recorrer este kilómetro y medio mientras observas una gran cantidad de murales, algunos de los cuales, como “el beso” o el coche modelo Trabant que se empotra contra el muro, son ya clásicos de este lugar.
Del otro lado del muro se encuentra el río Spree, que en esta zona de la ciudad hacía las veces de franja de la muerte. El Spree es el mayor que atraviesa Berlín, y a partir del cual parten todo el resto de canales. Por cierto, ¿sabias que Berlin cuenta con más canales que Amsterdam o la misma Venecia? Si quieres relajarte y ver la ciudad desde el agua, hay bastantes barcos turísticos por precios razonables.
Oberbaumbrücke
Este puente es considerado por muchos como el más bonito de toda la ciudad. En su momento actuó de Checkpoint diviendo el este (Friedrischain) y el Oeste (Kreuzber), permaneció cerrado al tráfico durante cerca de 40 años. Hoy en día, los coches y el metro vuelven a aunar estos dos Berlines, y no existe en la ciudad un símbolo más obvio de la reunificación. Desde arriba puedes disfrutar de unas maravillosas vistas del Spree y la ciudad a lo lejos, es un lugar para sacar la cámara de fotos.
Desde ese puente, sobre el río, se observa tres perfiles de hombres empujándose unos a los otros, se le llama el “Hombre molecular”, y es una obra de arte con un gran significado. Las moléculas tienden a unirse en cualquier organismo vivo, al igual que la tendencia natural a juntarse que tenían las dos Alemanias.
Kreuzberg
Este barrio, también apodado el barrio turco es actualmente uno de los barrios más populares y con más vida joven de toda la ciudad, es uno de los barrios de moda y él mismo lo sabe. Si a estas alturas el estómago comienza a rugirte, es buen lugar, ya que en Kreuzberg puedes encontrar cualquier variedad gastronómica internacional que se te ocurra: japonesa, mexicana, marroquí,española, peruana, vietnamita, turca.
De las calles más ambientadas del barrio te recomiendo especialmente Schlesische Strasse, Oranien Strasse, Golitzer Strasse– que discurre paralela al Parque Golitzer Park que recoge la vida de parques de todo el barrio-, y los alrededores del Mercado Turco. Este mercado que se celebra los martes y viernes en el canal Maybachufer, donde puedes comprar verduras, frutas, pescado, carne (cerdo no), pero también telas, y especialidades turcas que puedes llevar a un parque o a pie de canal, para armar tu propio picnic.