Es habitual cuando se habla de la búsqueda de piso en cualquier ciudad decir que no es una tarea fácil, y en Berlín no lo es más que en cualquier otro sitio. En la ciudad existen multitud de viviendas vacías y en alquiler, por lo que la oferta es en principio muy amplia.
Sin embargo, se trata también de una ciudad con mucho movimiento de población, tanto de los que llegan o se van como de los propios berlineses que se mudan de piso. Por tanto, lo más importante que debemos tener en cuenta antes de emprender la búsqueda es que seguramente necesitemos una buena dosis de paciencia y un plazo de entre una y tres semanas para encontrar un lugar que nos guste y con el que podamos quedarnos. Algunas épocas, como el comienzo del curso escolar, son especialmente críticas a la hora de buscar alojamiento debido a la gran demanda que se crea en un espacio corto de tiempo.
Para alquilar apartamentos en Berlín lo normal es tener que pasar por un buen número de entrevistas, bien con el casero, bien con el anterior inquilino o bien con los futuros compañeros de piso en caso de se quiera vivir en una WG (las siglas que describen los pisos compartidos en Alemania). Esto nos obliga a disponer de un par de semanas más o menos libres en las que podamos prepararnos un calendario de entrevistas y visitas a pisos relativamente intensivo.
La forma más práctica de concertar las entrevistas es consultar diariamente algunas de las páginas web más populares para el intercambio de anuncios de pisos en Berlín. Muchos se cubren tan sólo horas o minutos después de publicarse, por lo que conviene actualizar las ofertas con frecuencia y ponernos en contacto con los anunciantes enseguida. Si no se tiene confianza con el idioma como para hablar por teléfono, se puede contactar a menudo también a través del correo electrónico, pero esto supone una desventaja importante de entrada frente a otros posibles interesados, por lo que es recomendable hacer el esfuerzo de llamar por teléfono. Algunas de las páginas más utilizadas son las siguientes:
•www.wg-gesucht.de
•www.studenten-wg.de
•www.craigslist.com
•www.inmobilienscout.de
•www.zweitehand.de
•www.immobilienscout24.de
•www.wohnung-jetzt.de
Una vez concertadas las primeras entrevistas, y según el tipo de vivienda que se esté buscando, es posible que los dueños o inquilinos actuales del piso soliciten algún tipo de documentación que acredite el lugar actual de residencia, los ingresos disponibles, etc. Por tanto, es importante tener preparada toda la documentación que creamos que puede hacer falta antes de comenzar con la ronda de visitas. Después, sólo queda esforzarse por poner de manifiesto nuestro interés y tratar de causar la mejor impresión posible.
Los alquileres en Berlín son relativamente baratos, sobre todo si se comparan con los de otras grandes ciudades europeas. En general se pueden encontrar pisos enteros por precios que oscilen entre los 300 y los 400 euros. La situación céntrica y las condiciones del piso pueden hacer subir dicha cifra, y así por ejemplo los pisos antiguos renovados (“saniert”) suelen presentar precios más altos que los que no han sido reformados.
Habitualmente se exige el pago de una fianza al comienzo del alquiler. Por ley, esta fianza no puede exceder el coste de tres meses de alquiler (sin contar gastos). Una vez que dejemos el piso y se compruebe que todo ha quedado en buen estado no debería haber ningún problema para recuperarla. Es importante prestar atención a las cláusulas del contrato, puesto que a menudo incluyen obligaciones como la de pintar el piso antes de dejarlo u ocuparse de ciertas tareas de mantenimiento, que en caso de no llevarse a cabo según las condiciones especificadas provocarían la pérdida de una parte de la fianza. También se especifica normalmente la antelación mínima con la que debe notificarse la marcha del piso; si se sobrepasa este plazo es posible que el dueño retenga parte de la fianza igualmente.
Lo habitual al hablar de precios de alquiler es referirse a la denominada “Kaltmiete”, es decir, el alquiler del piso sin ningún tipo de gastos adicionales. Para calcular el precio total del alquiler hay que sumarle los gastos de comunidad, agua o calefacción. Otros gastos como la electricidad o el teléfono suelen pagarse directamente a la empresa prestadora del servicio, sin que medie el propietario del piso en el pago. Normalmente se paga una cuota mensual (o con la periodicidad que se haya establecido) y al final del año se elabora una cuenta según la cual nos devolverán la diferencia que hayamos podido pagar de más o nos reclamarán un pago adicional por el exceso de consumo.
La cultura del alquiler está muy arraigada en Alemania, por lo que la gente está muy acostumbrada a cambiar de piso con relativa frecuencia. Cuando se mudan, muchos alemanes prefieren llevarse sus muebles consigo a su nueva vivienda, por lo que no es raro encontrarse con habitaciones o pisos en alquiler en Berlín completamente vacíos. Si uno se decide por uno de ellos, habrá que contar con un gasto inicial importante, además de las consecuentes molestias que ocasiona tener que acarrear todos los muebles hasta el piso (la mayoría de las viviendas antiguas no disponen de ascensor todavía). En esos casos puede ser interesante tratar de negociar con el anterior inquilino un precio por el que podamos quedarnos con al menos parte de los muebles del piso.